lunes, 6 de febrero de 2012

Humanidad sintética


Joderme- repite Micky saboreando la palabra, mientras arrastra el cadaver de Robert hasta el jardín y lo entierra junto al viejo olivo. Tras asegurarse de que descansa a tres metros bajo tierra, vuelve a entrar en la casa mientras su rostro empieza a reconfigurarse para adoptar el aspecto del fallecido. Al entrar en la habitación, la pequeña niña le abraza.

- Tranquila Molly - Susurra Micky con la voz de Robert - Ya estás a salvo.

La chiquilla apoya la cabeza sobre su pecho y se tranquiliza al oír el corazón positrónico que late bajo él. Un corazón mucho más humano que el de su padre.

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