jueves, 15 de diciembre de 2011

Vendetta

Yo la abrazaré bien fuerte y me la llevaré conmigo. Temerosa, la luna llena me observa por la ventana y reza por las almas condenadas. Volverá a ser mía, como lo fue antes de que me la arrebataran. Siento la dulce fragancia de la venganza flotando a mi alrededor, envolviendo mis pensamientos. Se la arrancaré de sus inertes manos y nunca más me separaré de ella. Oigo los cuervos graznando fuera, qué deliciosa melodía, casi puedo ver como fluye por mis venas animándome a continuar. Hago descender el puñal. Nada me detendrá, debo resarcir el agravio, debe volver a mí. La mandrágora grita.

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