jueves, 2 de junio de 2016

Otros mundos: Mundodisco

El día que se me ocurrió hacer posts sobre otros mundos de la imaginaria popular, el primero que se me ocurrió fue Mundodisco, ese maravilloso y alocado mundo en el que todo es posible y la única regla para incluir algo es que encaje en el humor negro, elegante y ácido de Terry Pratchett. La riqueza del contenido de Mundodisco es tan grande que me llevaría varios posts hablar de él. Lo que haré será centrarme en los rasgos generales de esta franquicia literaria.

He hecho un estudio demoscópico para saber cuánta gente conoce Mundodisco y la respuesta siempre ha sido la misma: "¿Lo qué?".

Pues bien, señores, agarresen los machos porque Terry Pratchett "El eterno desconocido" ha escrito la friolera de 41 libros de Mundodisco. Sí, sí habéis leído bien. 41 novelas, Si George R. R. Martin escribiera al ritmo que lo hacía Terry Pratchet, nuestra querida Daenerys ya tendría sus posaderas descansando en el trono de hierro.

Lo curioso de Mundodisco es que después de 41 libros y ¡70 millones! de copias vendidas, no sea realmente conocido por la gente de a pie en España. Ojo, que en Inglaterra es reconocido y se le considera uno de los mejores escritores de humor, pero en nuestro país no ha pasado del público friki. 

¿Cuál es el secreto de Mundodisco? Podríamos decir que es su lenguaje cercano o su mundo fantástico o sus bromas ocurrentes, pero no. El verdadero color de la magia de Mundodisco es colocar situaciones cotidianas en un contexto completamente ajeno para que el lector se dé cuenta de lo ridículas y/o absurdas que resultan.

Para que os hagáis una idea. En la primera historia "El color de la magia", Terry Pratchett planta al primer turista de Mundodisco en plena ciudad y lo acompaña de un mago poco espabilado que lo ve como un bicho raro. En el relato comprobaremos lo ridículos que resultamos a ojos del mago cuando nos vamos de vacaciones y hacemos fotos de todo lo que nos llama la atención. De cómo reaccionamos con emoción desmedida ante una situación cotidiana solo por ser turistas o las cosas que deseamos ver por muy peligrosas que resulten.

O, por ejemplo, ese libro en que al morir el perro propietario de un banco (Un perro de cuatro patas, no vayáis a mal pensar), se busca un heredero lo más estafador posible. ¿Veis el guiño?

Mundodisco tiene cuatro vértices clave y un pilar principal, lo que hace que no te sientas extraño cada vez que empiezas a leer un nuevo libro, pero, incluso antes de hablar de sus valiosos y peculiares pilares deberíamos hablar de cómo es. Aquí os dejo una fotografía panorámica que os dejará atónitos cuanto menos, pero que NO os venza el vértigo y seguid leyendo.

El planeta es un disco plano que descansa sobre el lomo de cuatro enormes elefantes (cada uno con su nombre) que cabalgan a lomos de una tortuga llamada Gran A-Thuin. Ya sé lo que pensaréis: Esto no se puede idear sino es con psicotrópicos. En realidad esta idea proviene de la mitología india y también la podemos encontrar en lugares tan extraños como... La sagrada familia de Gaudi o el obelisco de Giambologna en Florencia. 

Vamos, que es un concepto muy antiguo y bastante arraigado.


Ahora sí, hablemos de los principales puntos de Mundodisco.

Ankh-Morpok es el pilar central, el eje del Mundodisco y es, resumiendo, una monstruosa urbe. Con todo lo que tiene que tener una urbe que se precie: Ricos muy ricos, pobres muy pobres, trabajadores humildes, ladrones muy hábiles, mafias organizadas, políticos corruptos(como no), policía no muy lista, ejército falto de sueño, tabernas sórdidas e inmigrantes explotados.

Lo que toda urbe tiene, ¿no?

Esta ciudad, por su extensión y la cantidad de población es el eje central de Mundodisco. Por así decir, es el centro del mundo, aunque no esté en el centro físicamente hablando.

Los magos y las brujas - Estos son dos de los vértices más recurrentes. Supongo que cuando Terry Pratchett ideó Mundodisco pensó el El señor de los anillos, porque Rincewind, el mago protagonista de los dos primeros libros, me recuerda a Gandalf. Vale que no viste de gris o blanco. De acuerdo, es inútil con la magia y todos sus hechizos salen mal. Y, sí, es cierto es que tiene la sabiduría de un sabañón, pero cuando leí sobre él, lo primero que vino a mí fue la imagen de un Gandalf venido a menos.

Para que os hagáis una idea del poder de transgresión de Terry Pratchett, los magos viven en la universidad invisible, dentro de la cual está la gran biblioteca gestionada por un... ¿orangután? Y que en comparación es el más listo del lugar.

Los magos, todos hombres, son tipos grandilocuentes y amantes de los excesos y los rituales extravagantes. ¡Ah! Y fumadores empedernidos. Son, según mi punto de vista, una exageración de los típicos hombres de negocios.

Por contra, las brujas son embaucadoras y su poder es el engaño y la autosugestión. Sus pociones son placebos y sus amuletos simples partes de animales muertos, pero todos ellos surten el efecto esperado. Todas forman parte del Aquelarre, una organización que vela por el bien de las propias brujas en todo Mundodisco. Son un reflejo cóncavo de la sabiduría popular de nuestras abuelas.

La muerte

La historia de la muerte es bastante original y mi favorita. El primer libro en el que aparece la muerte como protagonista es Mort, aunque aparece (por trabajo) en todos los libros menos uno. En dicha historia La muerte decide buscar un aprendiz mortal para que la sustituya durante un tiempo, ya que está cansada de segar almas y necesita relajarse. Resumiendo: ¡Que quiere irse de vacaciones!

Además de eso, La muerte tiene una nieta llamada Susan, una hija llamada Ysabell y un mayordomo llamado Albert. A ver si es que os habíais pensado que eso de ser La muerte implicaba estar solo.






Por cierto, La muerte no se encarga de todo el trabajo. Existe otra muerte que tiene una dedicación exclusiva para con los roedores: La muerte de las ratas. No es muy habladora, pero yo tampoco lo sería si tuviera que encargarme de las muertes de todas las ratas del mundo. ¡Un trabajo extenuante!

La guardia de la ciudad

Ankh-Morpok posee una guardia armada que "vela" por la seguridad de la ciudad. Las novelas en las que aparece la guardia toman un cariz de novela negra o policiaca en la que se exageran los defectos y las malas costumbres.

Los guardias son desorganizados, aunque intentan no aparentarlo. Beben como cosacos y se quedan dormidos en las guardias. En algunos momentos, muchos, parecen inútiles y poco listos. ¡Qué demonios! Lo son. Todos menos el menos inútil de ellos: el comandante Vimes.








Existen otros personajes recurrentes, pero uno de los que más me sorprendió y me agradó, fueron los Igor. Lo digo en plural porque son una raza como tal. Un Igor es el típico ayudante de un maligno. Es el que sirve al señor y cumple todos sus designios con eficacia mientras este suelta una de sus carcajadas malvadas adornadas con relámpagos y truenos.


Los Igor cecean, cojean y se hacen los tontos, pero no hacen ninguna de esas cosas cuando no los ven. Según ellos, ese comportamiento forma parte de su trabajo.

Son una genial burla de los estereotipos literarios y cinematrográficos.


Cada uno de los libros tiene una trama distinta y, como todo buen relato, tiene un tema que se lee entrelíneas y risas. Hay libros que hablan de la libertad de expresión, de la mitología, de la muerte, la magia, Hollywood, la música (rock, beatles, etc), la economía global y la estafa bancaria, el racismo y un sinfin de temas más.

Siempre, debajo de la tinta de cada uno de los libros de Mundodisco hay un tema muy real para el lector. Ese es el secreto de Terry Pratchett: Saber exponerle al lector un tema que importa con humor, mucho humor, y una mirada crítica.

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